El tabaco es un producto de la agricultura originario
de América y procesado a partir de las hojas de varias plantas del género Nicotiana tabacum. Se consume de
varias formas, siendo la principal por combustión produciendo humo. Su
particular contenido en nicotina la hace muy adictiva. Para algunos autores la
nicotina no crea dependencia, como suele afirmarse. Se comercializa legalmente
en todo el mundo, aunque en muchos países tiene numerosas restricciones de
consumo, por sus efectos adversos para la salud pública.
Efectos a corto plazo
Cuando una persona fuma un cigarrillo, el cuerpo responde
inmediatamente a la nicotina contenida en el humo. La nicotina causa a corto
plazo un aumento de la presión arterial, frecuencia cardiaca, y el flujo de
sangre desde el corazón. También provoca que las arterias se estrechen. El
monóxido de carbono reduce la cantidad de oxígeno que la sangre puede llevar.
Esto, combinado con los efectos producidos por la nicotina, crea un
desequilibrio en la demanda de oxígeno por las células y la cantidad de oxígeno
que la sangre es capaz de transportar.
A
largo plazo
el tabaco afecta principalmente a los sistemas bronco
pulmonar y cardiovascular. Las estadísticas señalan
que el tabaco es la principal causa de cáncer de pulmón,
aunque por supuesto existen otras causas, como la contaminación
industrial.
El tabaco también se asocia con los cánceres de boca y del tracto respiratorio, sin olvidar que otras enfermedades respiratorias (bronquitis, enfisema...) inciden más en los fumadores que en los que no lo son, especialmente cuando ambos están expuestos a la contaminación industrial o urbana.
El tabaco también se asocia con los cánceres de boca y del tracto respiratorio, sin olvidar que otras enfermedades respiratorias (bronquitis, enfisema...) inciden más en los fumadores que en los que no lo son, especialmente cuando ambos están expuestos a la contaminación industrial o urbana.
Existen
muchos datos que indican que el fumador es más propenso a
sufrir otro tipo de dolencias, como úlceras de estómago,
enfermedades cardíacas y de los vasos sanguíneos y
que, por si esto fuera poco, tiene menos inmunidad a las infecciones
que los que no fuman.
La evidencia de que fumar es uno de los principales riesgos para la salud es aplastante. Hasta tal punto es así que, según el Real Colegio Británico de Médicos, cada cigarrillo acorta la vida del fumador en más de 5 minutos.
La evidencia de que fumar es uno de los principales riesgos para la salud es aplastante. Hasta tal punto es así que, según el Real Colegio Británico de Médicos, cada cigarrillo acorta la vida del fumador en más de 5 minutos.
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